lunes, 6 de agosto de 2012

A mil metros sobre el cielo







No hace falta irse muy lejos para disfrutar del Paraíso. El orgullo manchego respira por cada poro de mi piel  cada día, pero si cabe, un poquito más cuando tengo el lujo de contemplar paisajes como éstos. Todo un deleite para la vista, que disfruta con estos contrastes.

Y si, estoy enamorada hasta la médula de mi tierra, de sus paisajes, de su naturaleza, de sus llanuras y sus montañas, de sus montes, de cada piedra construida a mil metros de altura, de cada camino, de que me deje divisar incluso la sierra más morena de la también querida Al Andalus...

La Mancha, tierra de arena rojiza y verde oliva. De espigas doradas y azul Guadiana. De anaranjados atardeceres y rosados cielos... MI TIERRA

1 comentario:

Mada dijo...

Nuestra tierra sin añadidos, pura, llana, clara, que no hay otra... Y la cámara de alguien que se siente una parte importante de ella, y de hecho así es, para retratarla y mostrarla es todos sus matices...Muy bonitas todas, enhorabuena...